Una invitación fue la que recibí, tenía que viajar en el transporte público durante al menos 15 minutos para después seguir un pequeño tramo a pie. Cuando evalué mi aspecto como pulcro, comencé a caminar hacia la parada-lugar donde se toman los camiones, aclarando-
En mi transcurso sólo iba pensando en mi existencial posición, por lo que mi entorno en contexto fue superfluo, de pronto mi pensamiento cayó de bruces por la intervención de un compatriota; él me dijo que venía, si mi recuerdo no me deja quedar mal de Nayarit, y que se había quedado dormido en el camión pasándose de su lugar de destino (cosa que yo también he experimentado)
Me contó su situación y de buena fe me pidió que si mi voluntad alcanzaba, le diera una "coperacha", (como él dijo) mas no quedó sólo en términos de estirar la mano y huir, sino que ofreció venderme un gel nuevo en diez pesos; su acción me pareció refinada y trascendente así que le di 15 pesos.
Porque si tu esfuerzo y entereza te alcanza para no sólo estirar la mano y ofrecer una enajenación simple, (un cambio nada más) debes de saber que nosotros te ayudaríamos sin que esta condición se cumpla, pero tu esfuerzo será recíproco. Que todo sea digno del valor por donde mi vista cruce, esperando que mi acto altruista no sea digno de alago sino que de buen modo tú lo recibas.
Todos como personas.
Leox