martes, 13 de junio de 2017

En la frontera

por 
José Calderón Mena


Vengo llegando de un viaje que tardó mucho más de lo planeado.

He vivido en Empalme por más de cinco años, pues tiene la ventaja de estar cerca de la frontera, la cual cruzo para trabajar en los tiempos de cosecha. Mi trabajo es en el campo, pero no estoy legalizado, así que tengo a mi familia de este lado y los visito dos veces al año. Vivo con mi mujer y mis dos hijos.

Tuve la mala suerte de ser sorprendido y apresado por la migra; estuve dos años en la cárcel y vengo a encontrarme con una historia que no entiendo, o, más bien, tengo miedo de entender.

Poco antes de volver supe por un amigo que había llegado mi hermano Juan a Empalme hacía cosa de un año, y sólo para pedirme que lo dejara vivir en mi casa en lo que podía pasar al otro lado. Mi mujer le explicó la situación y lo invitó a quedarse en la casa, de donde iba y venía a trabajar del mismo modo que yo lo hacía.

Pasó un año y me enteré que mi mujer tuvo un tercer hijo, que, según se dijo, murió al nacer.

Acabo de llegar y tengo ante mí los ojos sorprendidos de mi mujer y mi hermano y no sé qué pensar, por más que hago cálculos no me salen las cuentas, y tengo miedo de preguntar.

Siempre tuve una buena relación con mi hermano, era mi confidente y me enseñó muchas cosas. Siempre fue mi ejemplo a seguir.

¿En qué fecha nació el niño? ¿Es cierto que nació muerto? Alguien recuerda haberla visto cargando una criatura. ¿Cuándo llegó Juan? El llanto de mi mujer la delata, ¿por qué?

*

Dios mío, ¿qué hago? ¿Cómo le explico a Pedro lo que pasó? ¿Y si le doy otra fecha del nacimiento del niño para que crea que es suyo? No, no, porque va a investigar y se va a dar cuenta. ¿Por qué tuvo que encontrar a Juan aquí? Nos va a hacer algo porque todo nos acusa. Nunca lo había visto así; no quiero ni pensar qué va a ser de mí y de mis hijos.

*

No sé qué pensar ni qué decir. Tengo frente a mí a mi hermano y no encuentro la manera de justificarme. Yo sé que todo me acusa, pero no lo voy a aceptar, lo voy a negar todo. Que busque por otro lado, hay muchas cosas que pudieron haber pasado: un mal cálculo, una violación, un mal comportamiento de María al verse sola. ¿Por qué yo? ¿Por qué conmigo? No se va a arruinar esta buena relación de hermanos.

*

¿Qué pecado tan grande se cometió en esta casa que ni siquiera se puede respirar?