Supongamos que me tengo que ir. ¿Qué me llevaré? Y suponiendo que en ese me voy, me voy para siempre. ¿Qué aludiré de mi vida que no haya hecho ya? ¿Qué le dejaré a mis cercanos? ¿Malas imágenes o buenos recuerdos?
Uno nunca sabe; pero nos toca de repente. Sólo quedarán los hechos, sólo quedará el pasado. ¿Cómo es nuestro pasado? ¿Cómo ha sido el día de hoy? A veces ni nos vemos la espalda de los días para corregir lo dañino y depurar nuestras acciones.
Vivimos en nuestra propia cultura de rapidez; todos vamos y venimos, nos miramos las caras y nos gritamos insensateces. Nadie se detiene para preguntarse ¿cómo estás? Y si lo hacemos, es lo único que tenemos por decir. A nadie le afecta que alguien se vaya, caiga y respire tierra.
Esto es un poco de mi mundo; amo a mi mundo ¿pues qué más puedo hacer? Honestamente: Marionote.
Si vivimos tan de prisa que si no sabemos cómo estamos nosotros, menos de lo que nos rodea.
ResponderEliminarHay más tiempo que vida pero nosotros nos acabamos el tiempo sin disfrutar la vida.
Todo es relativo, y tarde o temprano nos tendremos que ir para siempre, en vez de lamentarnos después, mejor disfrutar y estar orgullosos al final del camino...
Att: mary
Así es, es mejor dedicarse un poco a la higiene del alma. Parece muy complejo, pero es tan sencillo no hacer el mal; porque así como dices: tarde o temprano nos tendremos que ir para siempre.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Honestamente: Marionote.