martes, 12 de enero de 2010

La sexualidad y su acto


El sexo es como la versión escueta del deseo, como un taco sin tortilla.

Desde que el hombre lúcido e ilustrado define las pasiones, ahora se considera que uno de los placeres más grandes en la vida es la sexualidad; este gozo se asocia con el acto carnal o mejor dicho sexo. Pero de igual manera los poetas miraron en aquel acto algo más profundo y decidieron llamarlo “hacer el amor”.

Entonces ¿qué es el sexo y qué es hacer el amor? ¿qué diferencia hay entre una y otra?...

La sexualidad se presenta en el individuo en un tiempo determinado según sus hormonas, es decir, el organismo experimenta cambios y esos cambios implican conocer más el cuerpo. Sin embargo en esta ocasión la sexualidad se entenderá como la relación personal o íntima entre dos individuos principalmente; y tan increíble parece que la sexualidad inicie con sólo mirar a otra persona que nos atrae, con tan sólo tomar su mano, con besarla en la mejilla, y acciones simples como las susodichas, ya forman parte de una sexualidad.

Quizá éste sea el mayor placer dentro de una sexualidad: el acto sexual. Porque tanto se habla de él, vulgarmente o amorosamente, sin pudor o con pena. Este hecho ha sido inspiración para muchos grandes poetas, y discusión para grandes ensayistas; los escritores en sus obras suelen reconocer al acto sexual como algo cotidiano, y todas las esencias que implica llevarlo a cabo, así como las situaciones que se presentan antes y después de aquel valorado momento lascivo. Sobre eso y tan sólo un ameno ejemplo de ello, es aquel que presenta Francis Clifford en su novela “amigo, amigo” en donde el protagonista al ser tentado por el deseo carnal ajeno, dice: ¿por qué no? ¿por qué demonios no?

Ahora parece que este asunto se va a otro nivel de abstracción, pues no es fácil unificar las discusiones que han surgido durante años sobre si se le llama sexo o en verdad es hacer el amor.

El sexo. Esta palabra es como un instrumento para decir que se hizo el acto sexual pero sin sentimiento de por medio. Y hacer el amor es lo contrario. ¿Es posible esto?

Si vemos las dos opciones de manera frívola podremos juzgar un ejemplo: Si una pareja tiene relaciones sexuales cuando se casan, significa que hicieron el amor, pero si una persona tiene relaciones sexuales con otra persona al poco tiempo de conocerse, significa que tuvieron sexo. Sobre esto más de uno estará de acuerdo con lo que especulé, pero por lo menos uno se dará cuenta de que no es posible juzgar atinadamente en esto, ya que es posible que los recién casados a lo mejor ni se sentían afecto e hicieron el acto sólo por compromiso… y también es posible que alguien conozca a otra persona y dentro de poco tiempo se den cuenta de que son el complemento perfecto de sus vidas, y en un día, al poco tiempo de conocerse hagan el amor como la misma pasión lo mandó; aquí si hay amor de por medio, eso quiere decir de que en el sexo no lo hay.

Entonces, pues, el sexo es como la introducción al verdadero gozo corporal y espiritual: hacer el amor. El sexo es como la versión escueta del deseo, como un taco sin tortilla. En cambio hacer el amor es llevarse el deseo, la pasión y el sentimiento al mismo tiempo, es como el sexo pero vestido de cosas idílicas. Con esto no quiero dar a entender que el sexo es malo, sólo diferencio teóricamente este dilema.

Muchos escritores han visto al sexo como una herramienta de escape, de arrepentimiento, hasta de goce máximo… muchos más sólo lo expresan con una bella depravación y lujuria, pues al igual que muchos perciben el amor diferente, con el acto sexual pasa igual.

Es necesario considerar que nunca habrá un acuerdo en si lo que se hace es un sexo lujurioso, o un sexo con una bella lujuria. Pues el deseo es una esencia de la relación en pareja, y la sexualidad es el empujón de aquello para llegar al acto sexual, posiblemente el deleite más profundo por el que muchos humanos creen vivir. Sólo basta con mirar lo que hacemos, cuando lo hemos hecho todo; sin preocuparnos por lo que debió ser, siempre y cuando aquella actitud sexual nos ha llevado a tratar de comprender lo que todos cuentan. Eso quiere decir que la sexualidad está al descubierto y depende de cada quien vivirla a su gusto, por lo menos una vez en la vida y si el destino así lo quiere. Cuando tengamos la oportunidad, bajo nuestra responsabilidad digamos como aquel individuo de la historia y toquemos algo de ese goce: ¿por qué no? ¿por qué demonios no?

Honestamente: MarioNote

2 comentarios:

  1. Déjeme decirle que me sorprendió el tema que está abordando ya que no me lo esperaba, lo cual me ha parecido excelente y por supuesto lo felicito.

    Me llamo mucho la atención y mas una parte la cual es:"¿qué es el sexo y qué es hacer el amor? ¿qué diferencia hay entre una y otra?" Son dos preguntas muy controversiales por su infinidad de respuestas, y es que todos opinamos y creemos y queremos estar en lo cierto pero cada quien podrá darle la contestación que piensen que sea la correcta, en lo personal no es una de mis prioridades pues creo que cada vez que tienes sexo o haces el amor las sensaciones son diferentes, tal vez un día lo haces con más ganas u otro con mas euforia o anhelo o temor, realmente creo que es lo mismo, eso sí, si algún día lo hacen háganlo con responsabilidad XD…

    Jess^^

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  2. "Una bella depravación y lujuria"

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