martes, 12 de enero de 2010

¿Y la moral?


Con más frecuencia escucho las groserías a mi alrededor, las de mis amigos, las del trabajo, incluso las mías; pero las soporto y no las considero graves siempre y cuando no abusen y no corrompan la línea del respeto. En fin, es parte de mi vida cotidiana escucharlas más que emitirlas; como es normal escuchar a una amiga sustituir las palabras comunes por groserías.

Pero lo que me parece de verdad una grosería es que los niños de mi localidad profieran tales tipos de palabras en frente de sus padres quienes no hacen nada al respecto, y dejan la educación del niño en un “al ratito” mientras con una risita evidencian que les parece gracioso lo que sus hijos hacen.

Lo bueno está cuando el hijo insulta al progenitor:

–¡Puta! –le grita un niño a su madre sólo porque ella lo regañó; allí no les pareció gracioso. Sin embargo, el enojo de la madre no ayuda en nada y por lo tanto no resuelve el problema, y a pesar de todo deja que pasen las cosas ignorando torpemente que el niño crecerá con una boca de mala lengua.

A mí como a usted, no nos permitieron expresar tales groserías aunque hoy en día se nos salgan levemente… uno se comporta diferente en el hogar que fuera de ella, en eso estará de acuerdo. Con esto no digo que no haya familias que permitan insultar con groserías, o ni siquiera insultar, lo que sí denoto es mi preocupación por el presente de los nuevos niños que comienzan hablar pero sólo putas groserías –usted disculpará mi molestia–. Los sabios dicen: “Ya no hay moral”. Y en efecto, así que usted no se sorprenda si pasa por mi localidad y de pronto un niño lo llama pendejo o puto, sólo hágase respetar y no se deje igualar respondiendo de la misma manera; pero eso sí… no se confunda: yo no vivo en Sahuayo, Michoacán.

Honestamente: MarioNote

1 comentario:

  1. o0la


    pues tienes razon en todo lo que has escrito, la verdad es que cada vez los niños que se supone que seran las futuras generaciiones estan muy dañadas ya que los padres permiten que estos actuen de esta forma desde pequeños y lo que pasa es que no se dan cuenta que su educacion moral no va por un camino derecho.Por ejemplo: un niño le tira la cuchara en la cabeza a su hermano, el hermano llora por que le dolio, el niño pequeño se rie al igual que los papas y familiares, claro no digo que hay que estar ser tan santos pero no hay que pasarnos de la raya y hablar tantas groserias solo por decirlas o para caerle bien a alguien.




    sayo0


    bii: faro0lito0w

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