miércoles, 28 de agosto de 2013

liberté turtles

por Rafael Frank

Fotografía, con justicia, de Adriana Gaona Treviño

el cenit se abre para las tooortuugas. son jarocho polka. canta mi amigo extranjero; viene del sur, y sus animales del Japón. El. son jarocho polka. sólo puede ser tocado con un bandoneón que antes estuviese roto.

Él, que soportó las noches en lo más sucio de la Señora Furia, se bebe los preparados de la napolitana, de un trago, con la catrina que lo ama cada vez que se viene la hora cero. pedro nadie y juan boliche. llegando llegaste. canta como Piero en Quito.

La primera gran muerte que enfrentamos juntos fue la de sus tortugas. el caparazón es el tránsito perpetuo. canta como míster Say no more, mientras los caparazones amanecen vacíos. Los restos los guardamos en una lata, nada oxidada, de granos descafeinados que él toda su vida conservó para este deceso. así en el avión no hay problema. Antes en la lata no hubo granos, sino un paquete de Gauloises (éstos sí, oxidados por el clima porteño).

A Neuquén se van los restos de las tortugas del cenit. tango tortuga tortuga y amor. tanta tortuga tanto dolor.

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