sábado, 19 de septiembre de 2015

29 de septiembre: El Día de la Nada, en busca de espíritus libres

por Mario Note Valencia



“Ha llegado la hora del juicio final
y voy a pronunciar mi sentencia”
Friedrich Nietzsche, El Anticristo, 1888

Este próximo 30 de septiembre de 2015 se cumplen 127 años de la promulgación de la nueva era según Nietzsche, el primer filósofo que dedicó hasta sus últimos momentos de vida los esfuerzos intelectuales para el desarme de las ideas decadentes del cristianismo. Descubrió, por ejemplo, que la moral cristiana había viciado, desde la muerte de Cristo, muchos aspectos de la idiosincrasia Occidental; esta moral está basada en valores decadentes de la modernidad, como la pobreza del espíritu, la inclinación a la fe, la humildad perniciosa, el mundo aparente, las idea del más allá y de que existe algo (consecución de Platón) después de la corrupción orgánica del cuerpo. No existe el idealismo, no existe el mundo de las ideas.
Sentenció que: todo aquello que atenta contra la vida auténtica debería ser extirpado del mundo. Entre muchos aspectos, esta decadencia invisible en los vicios concretos del acto permeó al individuo moderno que, como puede atestiguarse, siguió durante todo el siglo XX: la enajenación de la voluntad de poder y la pérdida de las ganas de vivir, es decir, el nihilismo y el pesimismo. Expuso y expulsó a los simples ateos y a los anarquistas de su filosofía, al compararlos con su principal enemigo: el cristianismo.
Nietzsche agregó a su obra El Anticristo, como colofón, “La Ley contra el Cristianismo” (algunas ediciones en español no la incluyen). La Ley, constituida por siete artículos, es por lo demás su lucha personal y su modo radical de asistir su filosofía para provocar retazos de nueva filosofía, la filosofía de los hombres del futuro.
Lo que nos importa es recuperar la fecha que propuso para emprender el proyecto de su Ley: el 30 de septiembre de 1888 (según el calendario gregoriano y vigente hasta el día de hoy). Por lo que, en otras palabras, estamos a punto de entrar al año 127 desde el primer día en el que se vislumbró la venida de los espíritus libres. Los espíritus libres evocan a Zaratustra por sus cátedras radicales, desprovistas de fanatismo, inmorales y malvadas.
A pesar de que Nietzsche escribió su Ley a partir de “Guerra a muerte contra el vicio: el vicio es el cristianismo”, lo cierto es la lucha general contra la decadencia. Para seguir el proyecto haremos una fiesta dionisiaca.

Mi propuesta: el Día de la Nada.
Una reunión dionisiaca de espíritus libres, en honor a los valores superiores griegos, en cualquier parte del mundo este 29 de septiembre de 2015. Quedan excluidos los espíritus decadentes, los viciosos y unilaterales; también los fanáticos y los pertenecientes a grupos sociales que sostengan el pesimismo; así como todos aquellos que al ver un aforismo de Nietzsche se sintieron sacudidos y abandonaron el proyecto; aquellos que no pueden viajar solos y aquellos que han malinterpretado su filosofía (incluso si se tratara de artistas, escritores, doctos y longevos); en fin, aquellos que sufren de ineptitud intelectual, muy a pesar de sus títulos e influencias.
A este día, 29 de septiembre, lo llamaremos el Día de la Nada. Día de la Nada porque hasta los últimos segundos de esa jornada el nihilismo será suspendido. El nihilismo, bastardo de la filosofía, consejero de todos los valores decadentes, será destruido en la renovación del ciclo para el nuevo año 127: 30 de septiembre de 2015.
El 30 de septiembre rememoramos el nacimiento del nuevo día, como el de Zaratustra al resurgir de las montañas. Deberá buscarse, a toda costa, romper con el eterno retorno: cada año deberá ser distinto y conseguir en vida que la transmutación de los valores sostenga y procure los nuevos valores que deberán establecerse como el único ambiente posible para el nacimiento de los espíritus libres.
Hemos dejado pasar más de cien años hasta ahora. Es hora de que todos sepan que “Dios ha muerto y nosotros lo hemos matado”. Por consiguiente: deberíamos estar a la altura de los dioses para desarrollar una verdadera Voluntad de Poder.
En el próximo Día de la Nada publicaré en este mismo espacio una Declaración para quienes tienen el privilegio de festejar el nuevo año 127.

Mario Note Valencia
La Cultura Efímera
Alcuzahue, Colima a 18 de septiembre del año 126


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