jueves, 6 de agosto de 2015

En apoyo a la Editorial Praxis

por Mario Note Valencia

La Cultura Efímera no es sólo un entretenimiento intelectivo, sino una forma de esclarecer conciencias y activar el pensamiento crítico. A través del humor y de las experiencias cotidianas, propone el ambiente para la reflexión acerca de cómo intervenimos en el mundo.

Ha sorprendido la noticia sobre el desalojo inadecuado, por no decir forzoso, que tiene que llevar a cabo la Editorial Praxis. Extiendo mi apoyo a Carlos López, que durante más de 30 años ha dirigido su editorial, y cuya independencia se enfrenta al desmesurado mercadeo de la producción literaria por las grandes cadenas de librerías comerciales e instituciones del Estado represor.

En mi primera visita a la Editorial Praxis, calle Vértiz 185, col. Doctores, Distrito Federal, fui bien recibido durante tres semanas para conocer cada espacio que ocupaba su proceso editorial, y por otro lado para poner en práctica mis primeros pasos de editor aprendiz. Mientras iba y venía del hotel, o caminaba por la ciudad, el maestro Carlos y sus compañeros, cada uno con su talento, me invitaron a asistir a cualquier horario; tan pronto como me pareció la idea, me indicaron los días y horas en los que estaría cada uno de ellos para que, si deseaba, interviniera un poco en el proceso.

Desde el primer momento, el lugar me pareció acogedor e idílico. Para entrar al corazón, se pasa por un pasillo que da a un patio oblongo de cemento, común en una vecindad de ensueño urbano. Las instalaciones ocupan varios departamentos de la vecindad. Después de la puerta, la Editorial desata a quien entra bajo cualquier expectativa. Libros en estantes, como grandes pilares bien ordenados en un laberinto de conocimiento, cultura y poesía, sobre todo; por todas partes pinturas de todos los tamaños. Más al fondo, en el recibidor, la mesa de trabajo, los paquetes de libros por enviar, los compañeros que laboran con Carlos López.

En mi recuerdo sigo recorriendo ese paraje literario. Llego a una especie de sala rectangular, con no menos pinturas y libros, desde donde se vislumbra, a unos cuantos pasos, una cocina adosada. Un año después, durante una visita fugaz a la ciudad, por suerte encontré al maestro Carlos. De inmediato me invitó a pasar y a beber café en esa pequeña pero agradable cocina. Conversamos. Entonces confirmé algo para mis adentros, y que explica por qué no tomé ninguna fotografía de los interiores habitacionales: por algún motivo demasiado fuerte, por la influencia transgresora que me habitó, no deseaba profanar su ámbito.

Hoy, sin embargo, las imágenes públicas de las instalaciones muestran otra realidad: después de desalojar a 18 familias de la vecindad, la constructora ABEC continúa demoliendo muros aun cuando hay trabajadores de Praxis dentro. Todo apunta a que el traslado de la Editorial es inevitable, pero las formas "legales" no han sido las adecuadas. De acuerdo con Carlos López, no está en contra del desalojo sino de la forma inoportuna como han actuado los agentes implicados; un punto clave es lo que marca la licencia para la demolición que le presentaron y en la que se miente sobre la desocupación total de las instalaciones.

La Editorial Praxis es actualmente una de las pocas resistencias independientes en México. La situación por la que pasa es un llamado de emergencia para no perder de vista que el Estado mexicano chapotea en los albañales de la corrupción, en la podredumbre de su sistema.
  
Mi apoyo al maestro Carlos López y a sus colaboradores cercanos.
La Cultura Efímera se suma a la denuncia pública.

06 de agosto de 2015
Alcuzahue, Colima

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