por
Mario
Note Valencia
Netflix es un servicio en línea de paga
que ofrece entretenimiento cinematográfico. Entretenimiento legal que los
clientes pagan para no acudir a la piratería y librase de la culpa moral. Sin
embargo, a pesar de que, por ejemplo en México, su alcance esté sobre ClaroVideo (de la compañía Telmex) y Bling (de Televisa), no es una
maravilla redonda ni imprescindible. Así que procuraré responder a la pregunta:
¿vale la pena tomarse la molestia de volverse cliente de Netflix?
1.
Publicidad involuntaria
Antes de empezar, es curioso que la
palabra Netflix (usada como
sustantivo) haya entrado en el argot popular, después de la palabra Facebook y Google (ésta sobre todo es verbo: ‘googlear’), para designar un
tipo de entretenimiento desde casa. Si Facebook suplanta los encuentros
interpersonales y Google las bibliotecas, entonces Netflix se ubica en donde
antes estaba la televisión, el cine y los video-centers.
Su mención no solo denota la demanda de un servicio, sino la resignación de
pasar un fin de semana mirando películas que de fiesta con los amigos. Parece
que todo lo que tiene que ver con internet significa suspensión de la realidad,
soledad e individualismo.
2.
El catálogo
Como sea, empecemos por aclarar que el catálogo
de Netflix es limitado. Pero, ¿es bueno y sustancial ese catálogo? Dependiendo
del público que lo consuma. Este público ideal es el mismo consumidor habitual
de Youtube, quiero decir: el público diverso, popular, apantallado, el público que
no impone criterios de selección y que no tendrá que cuestionar el catálogo
repleto de películas, cuando no “pasables”, sosas y malísimas tipo Canal 5 y Azteca Siete de la televisión mexicana. Lo que sí veo diverso es la
lista de series televisivas que requieren cientos de horas consumirlas y que,
por lo tanto, crean la retención del cliente durante algunos meses (o años,
porque seguirán agregando nuevas series y nuevas temporadas).
3.
La censura
Desde el punto de vista de retención del
público, veo a Netflix como una inversión: el cliente siempre esperará nuevo contenido.
Sin embargo, los amantes del arte cinematográfico deberán guardar su tarjeta de
crédito y abstenerse. Ya lo digo: Netflix no está hecho para ustedes. No
querrán saber que Netflix-México censura escenas (las suprime, sin previo aviso
mutila las películas) y los subtítulos son una gran estafa. Para aventurarte en
las contadas películas “buenas” que toda persona debe ver, se debe de saber
algo de inglés y no fiarse de los subtítulos santurrones. Pero, bueno, ya es
grave y decepcionante la censura.
4.
El doblaje (no disponible en todas las películas)
Dos puntos malos hasta ahora, o mejor
dicho tres puntos execrables: 1)
catálogo pobre, 2) mutilación de
películas, 3) censura en los
parlamentos del guion original. Eso sin hablar del mal gusto que es ver las
películas “dobladas” al español, aunque entiendo la queja de varios usuarios:
las películas “buenas” no siempre tienen la opción del doblaje, pues existe un
gran número de personas con mala visión (por genética o por edad) que la única
opción rentable es ver las películas dobladas. Otro punto a desfavor.
5.
O todo o nada
Agreguémosle que el catálogo de
Netflix-USA es mucho más extenso y nutrido que el de Netflix-México. Es
lamentable entonces que el motor de búsqueda de Netflix reconozca la existencia
de películas en su catálogo pero que no estén disponibles para todos los
países.
–It’s
a joke, bro?
–No,
man, it’s the fucking reality.
Subtitulado por Netflix:
–¿Es
en serio?
–Sí,
es la verdad.
(¡Joder, tío!)
6.
Netflix fascista
En manos de sus traducciones y doblajes,
Martin Scorsese pinta mafiosos sumamente pulcros y respetuosos en su manera de
hablar. Me enteré que censuraron escenas de David Fincher y me abstuve de ver otras
películas para no ser víctima de la censura netflixiana.
No quiero imaginar que han estafado a mi amigo que me pasó su cuenta para
usarla, no quiero pensar que la empresa elige lo que yo debo de ver y cómo debo
verlo. Netflix fascista. Y frente a esto, tengo una coartada: abandono Netflix y
me convierto en el corsario cyberactivista
que cree en aquello de que “si está en internet es gratis”, siempre y cuando,
por cierto, no lucre con lo que descargo ilegalmente.
7.
Pagas lo que ves
Yo sé que con esto no persuadiré a nadie
de abandonar el servicio de Netflix, y mi objetivo dista de promover un boicot
en contra de la empresa. Lo que sí pretendo es advertir a aquellos que, a pesar
de la baja cuota mensual, no quieran sentirse timados. Netflix funciona bien para
los amantes de las series televisivas, porque es una industria en crecimiento
(sí, a pesar de la censura y demás, pero cuya censura se compara a la utilizada
en la televisión de paga). Lo que permite es consumir (a cualquier hora desde
cualquier lugar) entretenimiento audiovisual de manera legal y sin la, a veces,
baja calidad de la piratería. Además el cliente puede saber perfectamente que
se pagan regalías a los que se tomaron el tiempo de hacerte pasar un buen rato.
8.
No es la gloria, pero se desquita
Al final de cuentas el precio por el
servicio es equivalente a la amalgama de sus puntos buenos y puntos malos (muy
malos). Yo estaría dispuesto a pagar un poco más si se tomaran la molestia de
no censurar las películas y expandir su catálogo disponible para México, pues
hay que reconocer: en un solo mes he desquitado la inversión de mi amigo que me
pasó su cuenta. Además encontré documentales que nadie ve, pero que son muy
buenos, y que, como nadie ve y son recientes, son casi imposibles de
conseguirlas en otro lugar.
9.
Conclusión
¿Qué le vamos a hacer? Netflix es un
servicio mediocre. Pagas por lo que ves, eso es lo que tienes. La inversión
sirve los primeros dos meses, después de eso, debes desactivar tu cuenta
durante unas cuantas semanas y regresar, pero ¡ay! de aquél que viva con la
censura. Yo no, yo que no me la aguanto, la verdad, porque Netflix está criminal*.
* * *
*Criminal:
adjetivo popular usado para designar que algo es soez, burdo o impráctico.
Excelente nota.
ResponderEliminarConcuerdo en varios puntos contigo, y es que teniendo sitios como todo cinemaniacos para ver peliculas y series gratis. La verdad es que pagar mensualmente por algo asi, puede ser medio descabellado.
Y no dudo que en un futuro será descabellado, justo cuando podamos ver películas y reproducirlas tan fácilmente como hoy lo hacemos en Youtube. Saludos, un gusto leer las opiniones.
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