sábado, 7 de septiembre de 2013

Nada es eterno en el mundo

por Mario Note Valencia

 

No todo responde a la palabra siempre. La feria, los muertos y el otoño forman parte de un conjunto de conceptos que sólo sabemos de su existencia cuando se les nombra; en ese caso, ya habrán perecido tantas palabras en desuso.

En cuanto a la plasticidad de la palabra siempre: esta prosa, por ejemplo, no se redime de la finitud. En una ocasión Paul Valéry comparó la expresión escrita en prosa con la marcha, y ciertamente no existe hasta la fecha un texto que se haya escapado de la clausura del desfile; otras veces, recordemos, la prosa no concluye porque el desfile se interrumpe a mitad del evento, y sólo entonces permanece la sensación de lo inacabado.

No se trata sino de una pausa necesaria, de un descanso, sin duda, para la marcha que desfila. «Nada es eterno en el mundo» canta la sabiduría popular. Tampoco en esta prosa cabe la palabra siempre.

2 comentarios:

  1. En lo particular, la palabra 'siempre' me aterra, creo que es necesario que las cosas cambien o, en determinado caso, se terminen.

    Sin embargo, es cierto que dicha palabra puede ser aplicada a algunas cosas. Por ejemplo este texto siempre va a ser el mismo pero la forma en que otros lo entienden no será siempre la misma y me parece conveniente pues el mundo está en contante cambio.

    (Creo que expresar lo que quiero decir, no es tan fácil por escrito) Yo agradezco infinitamente que nada sea eterno en el mundo, pues me parece, la eternidad sería aburrida para los hombres.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Recupero tu sentencia final: "pues me parece, la eternidad sería aburrida para los hombres". Lo curioso es que por lo general se busca la eternidad, aunque también están los seres como tú que parece que, idealmente, ya intuyeron ese viaje de ida y de regreso. Asimismo pensemos en lo contrario: qué pensaría un inmortal de verter su rostro en nuestros ámbitos mundanos. Saludos, Itzayana, un gusto leerte.

      Mario Note

      Eliminar